Como cristianos, debemos ser conscientes del poder que tenemos en nuestras palabras. Tenemos la responsabilidad de utilizar nuestras palabras de manera sabia y considerada. El Apóstol Pablo nos exhorta en Colosenses 4:six a que «vuestra palabra sea siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a https://www.youtube.com/shorts/BtYB6XhAORw